Hace 11.500 años se produjo una gran catástrofe con epicentro en el Polo Norte. Hay pruebas de ello en los cuerpos congelados e intactos de bueyes, bisontes, caballos, ovejas, tigres, leones, mamuts y rinocerontes lanudos que se han encontrado enterrados en el permafrost o subsuelo helado. La causa de estas muertes instantáneas pueden haber sido causadas por la liberación de gas metano y dióxido de carbono, que hicieron irrespirable la atmósfera.
Se trató de la liberación de depósitos de gas metano y CD2 atrapados bajo el hielo del Ártico. Como el calentamiento global que se venía produciendo desde hacía 7.500 años había reducido la capa de hielo, esto produjo la liberación de bolsas de metano que habían estado comprimidas bajo el hielo. Los científicos de la Academia Rusa de Ciencias dijeron que el permafrost de Siberia, conocido como "yedoma", podría contener unos 500.000.000.000 de toneladas de CO2, tanto como todo el resto del permafrost mundial. Por su parte, un estudio realizado por un equipo de científicos norteamericanos y rusos asegura que este permafrost siberiano está, al derretirse, liberando cinco veces más de metano del que se pensaba.
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